lunes, 28 de marzo de 2011

...de 22 percepciones, cervecitas pendientes y la locura mas sana del barrio...

En el transcurso de una vida, gente entra y sale de la nuestra constantemente.
A veces esa gente se queda la vida entera, otros largos años, otros tal vez meses, días y hasta algunos apenas se asoman a la puerta y simplemente dejan saludos tras un vidrio.
Pero algunos entran y salen en un mismo día, en un instante y tienen un impacto en esta vida mucho mayor que lo cronológicamente se podría sospechar.
Y si en ese instante te regalan frases únicas, que te recuerdan que "Lo mejor siempre esta por venir, macho...". Uf... bienvenido sea, estimado.
Muchas veces las historias de un ajeno se asemejan a las tuyas, muchas veces uno encuentra en un desconocido un espejo de tus acciones. Acciones en otro tiempo, en otro lugar, en otro cuerpo.
Gente que si no fuese por la posición física en este tablero de relaciones, podrían ser íntimos. Podrían ser amigos.
Gente que sin conocerla, tan solo percibiéndola, sumas mas de lo que suma mucha gente.

Por primera vez escribo en memoria de alguien, en memoria de un ser humano excelente al cual percibí con el mejor de los sentidos, el cual me regalo un par de ideas que hoy llevo como bandera.
Un ser humano que sin conocerme, solo percibirme, se decreto fanático de este blog y de mis ideas.
Cosas que solo se perciben, y no hay mejor forma de explicarlo que esa.

Lamento con el alma no haberlo conocido en persona, pero agradezco con el corazón y lagrimas sus mensajes que atesoro como uno de los mejores recuerdos de este blog.

Estimado, donde quiera que este, le agradezco con el corazón en la mano lo dicho sobre mi, mi historia y su descarga sobre la suya.
Desde este lejano, melancólico y humilde lugar le agradezco con lagrimas en los ojos sus palabras sobre mi y su fanatismo publico para con mis textos. En mas de uno sus ideales estuvieron plasmados.
Las lagrimas, asumo, son por la imposibilidad de cumplir esa promesa de compartir una cerveza en esta vida. Y de que me lleve a alentar a los albos con su compañía.
La sonrisa, es por descubrir la enorme cantidad de gente que lo quiere y confirma mis sospechas sobre su ENORME alma que hoy ronda entre nosotros, obligándonos a sonreír a pesar de todo. Amando y perseverando por lo que se busca hasta las ultimas. Hasta las ultimas de verdad.

La cervecita juntos... no lo dudo, sera en otro tiempo, en otro lugar, pero será.
Que este posteo sea el numero "222" de este blog, es ironico, produce una sonrisa y dudo, dudo mucho q sea una simple casualidad.

Brindo por usted. Que lo mejor siempre esta por venir.


-Mariano Diaz

Dedicado a la memoria de Juan Manuel Franco: Hincha fanático de All Boys, de las locuras por un amor, de actuar con el corazón por encima de todo y orgulloso puedo decir, de este AsdeTrebol.


Gracias calvo.

martes, 15 de marzo de 2011

Ensayo extenso sobre la utilización de las alarmas en los automóviles de la ciudad de Buenos Aires y los efectos tardíos de la desilusión:

Transcurría la tarde y un hombre de aspecto pálido, barba crecida y pocas horas de sueño, aborda la recepción de un conocido edificio de oficinas en el microcentro de la ciudad de Buenos Aires, con un papel en la mano.
Decidido a transmitir un mensaje, empieza a hablar en voz alta a la recepcionista y, por que no también, a la audiencia casual:

"Si que tal, vengo a hacer una denuncia. Le comento:
Resulta que me dormí a eso de las 12 de la noche y ya sonaba la alarma de un auto en la calle. La usual, la que todos ya sabemos el tonito cambiante de la "melodía" de memoria...
Luego me desperté, a las 4 am y continuaba sonando, señorita.

A lo que 04.15 am llegue a una pregunta clave: "-¿Que puta necesidad tiene el ser humano de ponerle alarma al automóvil en esta ciudad?-"
Vamos señorita, todos lo asumen ¡ya es parte del paisaje! Ni un policía, ni el dueño del propio auto, ni siquiera el supuesto ladrón se alarmó (valga la redundancia del término) para con el sonoro grito del vehículo durante más de 4 horas.
¿Para qué se le pone la alarma? ¡Es inútil!
Luego de esto, señorita, me he quedado pensando y arme casos hipotéticos para demostrar la veracidad de mi indignación: 
- Caso 1
Supongamos que era el dueño del auto:

Para cuando llegue a la puerta de mi casa, el ladrón ya cumplió su cometido, dejándome sin estéreo o sin alguna chuchería olvidada en el interior. O claro: ¡el propio auto!

En el último caso sería aun mejor y tal vez más hilarante, dado que directamente escucharía el sonido de mi alarma alejarse por Gaona a toda velocidad.
- Caso 2
Soy un transeúnte, inocente, ajeno, que salió de parranda con alguna loca y vuelve a casa tarde recordando viejos y buenos tiempos:
Veo un señor de aspecto malévolo, ilegal, introduciendo su cuerpo dentro de un vehículo ajeno. Conclusión a la que llego fácilmente dado que, claro, dicho vehículo está produciendo el sonido estrambótico de la alarma.
Yo... Transeúnte... ¿Que hago?
Nada. Claro.
Tarareo como un estúpido el pegadizo sonido del "-Tuuuuruuuu tuuuuuruuuu cui cui cui cui eeeuuu eeeuuu euuuuu-"  y me voy para mi casa con la sensación y seguridad de que este país esta cada vez peor.
- Caso 3
Soy un oficial de la policía:
Escucho la alarma sonar, estoy en la esquina y cogoteo la situación. Con aún más seguridad que el caso anterior, reduzco mi acción a la nada misma. Silbando bajito y yendo para el otro lado.
¿Por qué? Se preguntará usted...
Debe saber, que yo (siguiendo la suposición de este caso), como oficial de la Policía Federal Argentina, mi sueldo es lo suficientemente bajo como para optar el arriesgue total de mi vida por un idiota que no quiere pagar el garaje de la vuelta y prefiere poner el traba volante seguida de esa alarma inútil en Argerich y Gaona.
- Caso 4
Soy Batman (o cualquier tipo de superhéroe, aplican todos):
EN ESTE CASO si sirve.
(Compruébese el tono sarcástico del caso 4. Por favor.)
Y dado que el caso 4 es redondamente incomprobable (salvo en ciudad gótica), soy capaz de afirmar que el negocio de las alarmas para los autos es soberana y estrepitosamente INÚTIL señorita.
¿Para qué sirven las alarmas de los autos entonces?
¡Para despertar vecinos señorita! Para despertar pequeñas almas en vela, para que uno se levante en plena madrugada con el corazón en llanta y se pregunte por que a uno le toca vivir esa soledad de dos plazas entre lágrimas que pronto serán lagañas. Sirve para hacer estruendo, para graficar sonoramente con un chirrido insoportable el propio desamor, para jugar con la ironía de un parabrisas roto y el de esta alma sin traba volante ni policía que lo vigilantee.
Las empresas encargadas de fabricar y colocar estas alarmas son conscientes de ello, se lo puedo asegurar.

¡Estimado vecino! No es casualidad esa irrupción estruendosa en su vida que solo viene a arruinarle las noches, que cada vuelta y media parece que el sonido amaina y no es así. Sino que vuelve a arrancar desde cero para volver a sufrir cíclicamente lo ya sufrido.

Y la bronca del desvelo puede durar lo que dura la batería del auto, si. ¿Pero la bronca de la desilusión...? Es como el del parabrisas roto que yace sobre el tapizado, no sana... Simplemente los pedazos pueden volver a unirse pero nunca volver a ser el mismo.

...Ni le explico mi corazón.

¡Vecino! ¡Guarde su auto en el garaje!
¡Guarde su corazón en donde aquel ser que realmente lo merece!
La puesta de una alarma en sus sentidos es decididamente inútil, por más que suene, uno va a la hoguera consciente de las consecuencias. Uno destraba las cerraduras aun sabiendo que el ladrón (o ladrona) se aproxima.

En fin,
Si... Si... No se preocupe, guárdelo, no hace falta: Llevo siempre conmigo un pañuelo.

Gracias por su atención... Ya me retiro, no hace falta que llame a seguridad.

La alarma de este vehículo sin parabrisas se apaga, simplemente por que la batería de este auto, no da para mas.

Buenas tardes..."


El hombre se retiro con lágrimas en los ojos y el corazón desgarrado.
La recepcionista salió corriendo en dirección al baño, se la noto extrañamente desconsolada.
Un cadete que salía del edificio me conto la real historia, la señorita en la recepción había sido su amor durante años y ella nunca le cumplió sus promesas cuando mas necesito que las cumpla.


Dicen que esta historia es una historia real.
Dicen que no se trato de una empresa fabricadora de alarmas, sino de algo similar al rubro, llámese cerrajería, llámese cámaras de seguridad, o tal vez una fábrica de tarjetas postales románticas.
...Dudo que sea lo más importante.



-Mariano Diaz

"Quemándome en silencio, 
entre el odio y el rencor, 
fui abriéndote una causa 
de mil hojas de dolor..."

viernes, 4 de marzo de 2011

A quien corresponda,

Si por casualidad usted se siente ofendido, estimado lector, o siente que mi respeto ha pasado por encima del suyo, ante todo le ruego me disculpe. Luego e inmediatamente sin perder una mínima de tiempo le pido redondamente que si eso es así, no ingrese nunca mas a este, mi blog. Ergo: MI lugar.
Los motivos me parecen ya obvios.
El luego venir a pedirme explicaciones del tipo oral, produce una situación un tanto forastera y le aseguro, de poca fructificación de su parte. Dicha situación seduce a la peor parte de mi persona y la suya.
En otro orden de cosas, asumo que comprende el porque de mi actitud falsificatoria. Y esa comprensión, en lo personal, me es lo mas inverosímil de toda esta crónica.
Ademas y como nota al pie: No creo ser yo el indicado para responder a cualquiera de sus preguntas.

Entre usted y yo había una distancia que no debió de romperse y lamento que desde hoy, nada sera igual.
Sabra usted entender.

Reitero mis respetos y agradezco los suyos. Escribo estas lineas con las palmas abiertas y mostrando quien soy, realmente. Se lo aseguro.

Lo que si, le ruego: Compórtese. Un dedo en el culo puesto de esta manera, no es para nada aceptado en ninguno de mis foros dispuestos.

Saludos,


-Mariano Diaz
PD: Pido disculpas públicamente por el lenguaje escatológico de la ultima oración.

jueves, 3 de marzo de 2011

Para pensar...

Que la intención de no querer estar sin "Alguien" nada tiene que ver con querer estar con ese "Alguien". Que la razón principal que te mantiene al lado de "Alguien" sea que ese "Alguien" es incapaz de abandonarte, nada tiene que ver con la propia intención de no querer estar sin ese "Alguien". Que el miedo a la decepción sea mayor que el miedo a perder al amor de tu vida, nada tiene que ver con el amor de verdad, con tu "Alguien". Que un par de pupilas te recuerden 12 meses y un puñado de sensaciones, si tiene mucho que ver con un futuro que no divisas, que lo miras pero no lo observas. Que en esta historia de personajes impares solo seamos dos los que sabemos la totalidad, si tiene mucho que ver con una decisión implícita de ese "Alguien". Que si necesitas la mitad de un "Alguien" y la mitad de otro "Alguien", si tiene mucho que ver con la incongruencia de tus decisiones...

Estoy en la misma...
El espejo me regala una imagen consternada, complicada, insegura. De gusto salado y de rascadas de cabeza que demuestran impotencia. De soluciones en blisters de Buscapina, de futuros disfraces archivados en perchas que cuelgan dentro de mi placard y de arrojos en llantos de elementos contundentes hacia tu fantasma que se pasea en el borde de la cama, fantasma recién duchado, tu alma sin ropa interior.
Disfraces que use a lo largo de meses y meses que hoy se me tiran encima y me roban las almohadas. Discursos enteros de conquistas pasadas que ruegan por escrito y a mano alzada un espacio en este blog. Zapatos que recorrieron lugares que serias incapaz de imaginar y que hoy se esconden debajo de la ropa sucia por un mero miedo infantil, de no querer ir mas a esos lugares, de no querer recorrer mas esas calles en donde me señalaron con el dedo indice. La ropa sucia repta entre si misma, rogando un jabón en polvo que le den las ganas que a mi me faltan para arrancar de nuevo, para meterse en los cajones, para treparse por esta espalda que hoy lleva tatuada tu sonrisa a causa de algún vago y básico chiste mio. Mientras grito "Hola!" por que el inodoro me saluda y le vomito las soluciones en los blisters a los gritos pelados. Mientras las botellas arriba de una repisa me aplauden con cierto sarcasmo y me recuerdan algo de un cascaron.
El espejo me regala una imagen deforme. Tuerce el cuello y decide ignorarme mientras 2 o 3 mosquitos me acechan desde las paredes blancas como si fuesen aquellas, tu ultimas palabras, tus ultimas oraciones que deciden la nueva "lejanía" de este maniquí con boxers estruendosos. Y las comillas al principio y al final de la palabra Lejanía gritan por que sean recalcadas.
Y mientras yo le cuento la historia completa al inmóvil ventilador de techo, mis ganas de dormir le asumen con cierto desgano a la mesita de luz (que nada tiene de luz) que se acerca otra noche en la que peligra esa necesidad humana de dormir mas de 3 horas.
Y mientras el mes de Marzo me recuerda que "Si te gusta el durazno, aguántate la pelusa", el mes de Abril promete esta vez no dejarse ser robado por nadie...
Esta vez, de mala muerte, yo le doy llave a mi cascarón.
Apago la luz, y el corazón (ausente de todo este debate habitacional), admite lo inocultable: que te extraña, que te necesita, que no da más. "Y eso fue."

-pffff... que ingenuo sigo siendo...- se escucho entre la oscuridad de la habitación.

Tus ojos conocen a la perfección este idioma que intento desarmar, así como tu futuro sabe a la perfección que esta historia, aun, no se ha de terminar.



-Mariano