miércoles, 28 de septiembre de 2011

De aquellas sensaciones que llevan a la reconciliación, con ella, la soledad.

Creí saber lo que era la soledad. Creí que la soledad era simplemente "estar solo". 
Pero a veces la vida te demuestra que la ausencia de un cuerpo caliente en los pies de tus sonrisas y lagrimas, no es soledad. Eso es simplemente desamor.

Soledad. 
Soledad es extrañar extrañarte.

No confundamos... Por supuesto que extraño. 
Extraño sensaciones, extraño eso que es mucho mas que un beso y nada mas. Extrañar es un deporte nacional en mi cama de dos plazas de historias. El perfume que regaste ya se mezclo con el de la primavera que llego a los portazos y tus mechones de recuerdos desperdigados en mi baño y comedor fueron barridos. No por mi. Menos por alguna mucama. No se, se lo atribuí al destino, tal vez. Que tiene la escoba que siempre barre mejor que la propia.
Tu cuerpo es tema de discusión entre mis sabanas, para que negarlo. 
Pero: ¿Donde están esas ganas? ¿Que fue de la desesperación nocturna que llevaba al acogote limpio y duro de la almohada de turno? ¿Que fue de mi blog? Aquel blog que albergó las peores de las noches, Domingos que ingerían mas Buscapinas que consuelos, semanas que destilaban oraciones vividas con vos en vivo y en directo y castigaban mis ansias de verte otra vez.

Hoy no se bien donde estoy. Esa letrita con vuelta pegada al "2" en el teclado resulto ser mas que una escapatoria. Vaya a saber que paso. Solo dios sabe que me paso. 

Dentro de este blog, extrañarte era deporte nacional. Y tus sentencias me mandaron al descenso directo. 
Hay cosas que ni el mejor de los valientes puede soportar, y yo juro que tenia las suficientes ganas de todo.
Extrañarte era mi bandera, la verdad es que hubiera dejado todo. Si tan solo me lo pedías.

La soledad es extrañar extrañarte. Soledad es no tener un porque ni para llorarte. 
La soledad no es tan mala al fin y al cabo. Mi soledad no se viste de blanco ni vaga por la casa. Eso era otra cosa, eso era simplemente tu recuerdo. La desolación y el aburrimiento es mucho mejor que sufrir por vos y un futuro que se me deshacía en las manos. Que se me escurrió entre los dedos.

Y nada de esto se elije. Todo se siente.
Cosecharas una siembra que alguna vez plantaste. Yo la coseche con el sol pegandome en la nuca. Valga la redundancia. Y espero no tener los oídos para escuchar arrepentimientos. 
Porque hoy, por lo mas sagrado que me alumbra, brindo por vos y por tu futuro.

Hoy, por primera vez, brindo por ese futuro que no nos espera juntos. Ya no nos espera de la mano.

No es una amenaza, es una despedida. El amor sera eterno, tanto como muchas otras cosas que solo nosotros dos sabemos. Mi vida fue tuya y parte lo seguirá siendo. Nos volveremos a encontrar, es algo tácito, y ya sabemos como serán las cosas. Sonreiremos y poco importara. 
Pero, ¿promesas? Creo que ahí ya no hay nada mas que hablar. Y fui el ultimo en darme cuenta de ello.
Mi corazón hasta acá llego, el invierno se lo llevo. Y uno nuevo apareció.

Creí saber lo que era la soledad. Mientras que yo, simplemente, te estaba amando.

Mi vida, vos.

Hasta acá llegué. 
Y a las pruebas me remitiré.

Deja, deja todo como está... De los envases vacíos me encargo yo.


-Maro