lunes, 28 de febrero de 2011

Horas como días

Entre barrotes de silencio,
Tapo mis ojos con la almohada,
Cerrada desde el interior,
Esto es una jaula a presión,
Cuento las horas como días,
Días que están lejos de un Sábado,
Y aquel recuerdo, es mi adicción...
-Mariano

jueves, 24 de febrero de 2011

miércoles, 23 de febrero de 2011

¿Como se declara...?

-...El torrente sanguíneo se me apelotona en la carótida, la aorta se expande como un globo y el corazón se baila un chamame sin mucha coordinación. Las manos tienen que estar sosteniendo algo que no necesitan ser sostenido, por lo general abiertas, con dedos expandidos y a veces sin saber donde refugiarse. Los ojos cerrados casi como cuando se sueña, con leves intermitencias de abre y cierra. La boca haciendo su trabajo, a base de experiencia, de química, sentimiento y de mucho deseo. La nariz, como siempre, se interpone en esa necesidad de ósmosis para con la compañera de ese pequeño acto. Se interpone en el objetivo de ser aun mas parte del otro. Las cabezas danzan en base a los labios, generalmente torneándose entre la derecha y la izquierda, creando un balance casi natural de demostración de afecto y cariño. La respiración es exhalada en tandas, que podríamos graficar como leves suspiros. Se han experimentado y observado casos en los que la respiración se corta por muchos y largos segundos, haciendo consciente la falta de oxigeno en una millonésima de instante posterior a la expulsión del ya mencionado suspiro. El cuerpo suele variar, en casos particulares busca el refugio en el cuerpo paralelo al dominante, conformando un ser compuesto por dos espaldas. Aunque algunos recuerdos me anuncian que los mejores o el mejor, sin embargo, fueron aquellos que  conforman dos cuerpos en donde solamente son conectados vía labios y manos. Mientras que la lengua, personaje divertido en este acto romántico, es un capitulo aparte a la hora de graficar sus bailes y estocadas, a veces siendo total ausente solo hasta el momento de la pasión extrema. A veces siendo protagonista total o un leve actor de reparto que ingresa cada par de actos. Los pies balancean el peso del resto del cuerpo del izquierdo al derecho en tandas, restandole importancia a la existencia de lo que haya de la cintura hacia abajo. Si se esta sentado, hay menos por que preocuparse para todo el organismo. Las manos vuelven a ser protagonistas, suelen ser las armas secundarias, mostrando a veces la real intención, aun mas que los propios labios. Las manos pueden acatar ordenes pasionales, buscando puntos que merecen ser aprobados previamente, o básicamente buscar la caricia fortuita, el mimo simpático, el dulce punto romántico... O la nuca, esa nuca, refugio de mucho mas de lo que yo podría describirle con palabras... Y bueno, entonces... El torrente sanguíneo se desapelotona de las principales vías de conexión interna, la lucha entre labios cesa, puede haber una breve y simpatica mordida, las manos sueltan y la sonrisa deviene, aun con ojos cerrados o entrecerrados, generalmente devolviéndonos a la realidad y sonrojando mejillas, todavía con las manos haciendo preguntas sobre lo sucedido. Los labios, ya separados de sus rivales, se muerden entre si buscando una segunda oportunidad, con esa sensación impotente de querer aprovechar mas de lo ya aprovechado y las pupilas apuntan hacia algún punto lejano, buscándole una explicación a la sensación interna, que le repito, me es imposible con mis recursos narrativos expresarlo de una manera tan grandiosa y misteriosa como lo es para mi...

-...

-Eso, su señoría, es lo que me implica... lo que me significa... un beso con ella.

-Le recuerdo que usted ha descripto UN beso ¿Es capaz de describir el último?

-No su señoría, eso me es imposible.

-¿Entonces como se declara?

-Culpable su señoría, culpable.


-¿...y su descarga?


-Que lo que fui, no lo seré nunca mas... simplemente quiero una oportunidad de demostrar que puedo ser aún mas culpable y que el futuro es como yo lo escribo...



domingo, 20 de febrero de 2011

Cuando la felicidad se basa en momentos... (RE-post)

...El pulgar presionó el botón, intrigado.
El oido recibio información, que apurado proceso.
Las manos humedecieron, los dedos bailaban.
Un chiste adormecio la inquietud.
La voz aun no reconocida, no quería del todo serlo.

...Las cuerdas vocales, poco cuerdas, improvisaron.
Los ceros del 200 se mudaron a la izquierda.
De golpe la sensación conocida:
La comodidad en la incomodidad.
Palabras que se esconden detras de otras y ríen por lo bajo.

...La pregunta trimestral no se preocupo por ausentarse.
Se declaró presente aun conociendo a la Srita. Respuesta.
La Srita. fue irónica, asumo, ante el celeste del cielo de la ventana.
Despreocupá, el boton cancelar se apreto en cuanto fue necesario.

Los presentimientos ya son certificados del futuro.
Los latidos (apostaría el cielo celeste), se sincronizaron.
Se repartieron las cartas. Y los palos son los mismos.
Pero la felicidad se cotiza en mi bolsa.
Y tus apuestas lo saben desde antes que yo.

Los errores me chatean a diario.
Anuncian una vuelta despatarrada.
Los momentos se basan en la felicidad.
Y tu felicidad se basa momentos.
Momentos del pasado predicando futuro.
 
 
-Mariano.
En homenaje a esos "-me tranquiliza" 
sin razón aparente... y que hoy yo necesito.

miércoles, 16 de febrero de 2011

lunes, 14 de febrero de 2011

Descanso, pero no en paz.


"El cielo se complico, el partido se nublo, 
Tus armas vencieron, tu equipo se armo, 
Mis miedos se ahogaron, mis salvavidas desaparecieron. 
El partido se nublo... Tu cielo se abrió..."
Las razones son muchas, mis apuestas fueron casi promesas, de una fecha limite, de una bandeja aun vacía.
No me comí ninguna píldora, Brad Pitt no poseyó a este ser, no, Jude Law tampoco. Tan solo me aleje, me hice el muerto para ver quien me lloraba. Y semejante velorio de silencios a estrenar, debuto a mi 2011 con unas raras cosquillas en la zona estomacal, desconociendo de si se trataba de un grito de ayuda, un gas, o de un mero sentimiento con tapizados a estrenar. No, no miento. Los nylons aun estaban puestos.
Igualmente. Esperaba tu acción, desinteresada, silenciosa, pero activa al fin, reacción. Cuando la mascara empezó a ahogarme, preferí volver y la cara: dar. Sabes, nunca fui bueno en eso de actuar, dado que siempre la escena la termino igual: para luego volver y contarte la estúpida verdad. La cruda realidad. Empiezo a cansarme, si. Pero en el rincón ya no me queda ni la toalla para tirar.
La promesa mas parecida a una apuesta, anoche la fui a decretar:
¡Perdida! Por supuesto... ¿Que esperaban? ¿Una anécdota ocular? ¿Mariposas de origen abdominal?
...Vamos, asumo que el bolso ya habrá de estar, solo, vació, sin ganas ya ni para llorar. Se esconden detrás tuyo aquellas ganas de venir a preguntar, se sientan al lado mio aquellas ganas de que no vuelvas a molestar...
Cada tanto me gusta darme el pésame, a ver quien es la que realmente se pone a llorar...






-Mariano




-What have I got? Really? Some money in my pocket, some nice threads, fancy car at my disposal, and I'm single. Yeah... unattached, free as a bird... I don't depend on nobody and nobody depends on me... My life's my own. But I don't have peace of mind. And if you don't have that, you've got nothing. So... what's the answer? That's what I keep asking myself. What's it all about? You know what I mean? 

lunes, 7 de febrero de 2011

Sobre la víspera del amor...

Cada tanto es necesario que don Alejandro venga a recordar ciertas cosas.

Audio extraido de su programa. Dolina hablando sobre la vispera del amor:



Siempre en el momento justo. 
"La persecución de la cosa, ya es la cosa..."

jueves, 3 de febrero de 2011

Historia de la mujer que podia olvidar...

Esta mujer tenia el don de poder olvidar lo que se propusiese. Tan solo le bastaba gastar 10 minutos de su silencio en concentrarse sobre el tema que necesitaba borrar de su cabeza, y casi mágicamente, al minuto 11, ya no recordaba más.
Si bien le requería una concentración especial y un temple envidiable, era un don codiciado en el barrio:

Estaba el petiso Fernandez, que su mejor amigo le conto como la chica que le gustaba se le habia declarado en el boliche el sábado pasado. Estaba la rubia Gonzales, del 7mo B, que salia con un hombre casado (y aun estaba en duda de si queria olvidar al tipo o a su condicion de comprometido). Estaba el hijo del diariero de la vuelta de su casa, que le habían robado la bicicleta y volvió a tener que hacer los repartos a pie.

Todos ellos, y mas. Gente con deseos incontrolables de olvidar, en menor o mayor medida, cosas que le ocupan espacio en su conciencia, cosas que les atormentan por las noches. Cosas que no se borran por mas que se ruegue de rodillas al borde de la cama.

Y por eso en el barrio esta mujer era famosa, ella era capaz de olvidar lo que se le cantaba. 
Los hombres del barrio le tenian un respeto innato -por no decir miedo-, sabian que si se enamoraban de ella, ella seria capaz de revolear el recuerdo al cuerno y seguir con el próximo que este dispuesto.
No hay nada mas feo que sufrir un desamor en solitario. No hay nada mas horrible que extrañar a alguien que redondamente nos olvido y olvido lo sucedido. No hay miedo mayor que el de la soledad, no fisica, sino en el sentimiento.

Un dia esta mujer se enamoro, genuinamente. El muchacho era, segun ella, distinto al resto. No le interesaba pensar en la palabra "olvido" cuando estaba junto a él. El demostraba en la cancha lo que ningun otro pudo concretar siquiera en palabras. El no le tenia miedo a su condicion, sabia domarla, sabia que decir y que hacer.
Meses pasaron... Años pasaron. Y la pareja cultivo anecdotas dignas de una historia para un guion de cine. El barrio entero ya habia olvidado a esta mujer y a su don, dado que ella al estar asi de enamorada, dejo su famosa condicion de lado para no olvidar nunca mas, todo lo vivia mas real, todo se sentia mas vital.

Un dia la crisis toco a sus puertas. La pareja inedita del barrio se rompió en dos y se sucedieron escenas tristisimas. La cuadra entera se enteraba de sus peleas en base a sus gritos.
El muchacho un buen día desapareció del barco y nadie mas supo de él. Y ella quedo en solitario, cultivando el recuerdo de un corazón lerdo, de un desamor en solitario.

Un día, tomando una cerveza con la la rubia Gonzales en el bar de la esquina, ella le recordó su capacidad de olvidar. Habian pasado meses desde la ruptura y ella era un trapo de piso las 24 horas del día.


Los hombres pasaron de tenerle miedo, a tenerle lástima.

Un dia, viajando en subte, se sentó en el último asiento del último vagón y decidió olvidar de una buena vez. Cerro sus ojos, bajo su cabeza y se concentro... Actuó exactamente igual a como lo habia hecho ya años atrás. 
Era necesario olvidarlo, era necesario sacarlo de su cabeza, era necesario olvidar al mismísimo olvido.

El subte recorria las estaciones mas rápido de lo normal, o eso parecia en los oidos de nuestra protagonista:

El tren llego a destino. Ella no. 
Levanta su cabeza, y descubre que no olvido nada.

Inmediatamente comprendio, que su cabeza la traiciono. Su cabeza se comploto con el corazon, usando su don como arma: La voragine de recuerdos, la estampida de sentimientos, recuerdos que desean volver a vivirse, desvio el objetivo de su olvido.

Supo, y sabe, que en esos 10 minutos deseo olvidar al olvido mismo.

El corazon es traicionero, y la cabeza, a veces, le juega de complice.
Y ella ya nunca mas pudo olvidar.
Todos somos capaces de olvidar. El tema es que, en algun punto, no queremos hacerlo.  
Invocar al olvido continuamente, es la despedida eterna. Es el "-No, corta vos...!" del desamor. Es recordar constantemente la escena del crimen. Es olvidar la posibilidad de olvidar.
Y el amor real, el definitivo, es el peor enemigo del olvido.

Ella abandona el vagón con la misma tristeza con la que había ingresado, sube las escaleras y se choca de frente con él.


...Y los dos sonríen.

-El olvido es una fantasía... -le dijo una sonrisa a la otra.






-Maro