viernes, 28 de enero de 2011

"Más que a cualquier cosa en este mundo..."

Sus casi 5 años acomodan su cuerpo en mi cama y sosteniendo una botellita de agua en la mano, Mili me mira a los ojos, genuinamente intrigada... mientras yo le presto más atención a mi celular:



-¿Que miras? -dice, seriamente curiosa-

-Nada gorda... Un videíto... -contesto, restándole importancia a algo que notoriamente me había puesto los ojos en tonos vidriosos-

-¿Qué te pasa Marian? ¿Te sentís mal?

Esbozo una sonrisa sincera, pero triste... Y contesto: 
-No gorda, estoy un poco triste, nada más...


En una demostración inmensa de hermandad, con tan solo 5 años sin estrenar, me saca la ficha al toque, y sin saber expresarlo con los adjetivos correctos, pregunta:

 -¿Es por tu novia? -atrevida y con cara de traviesa-

-¡No tengo novia Mili! -sonrío nuevamente con un dejo de tristeza- Tal vez por eso estoy triste... 

-¿La extrañas? -preguntó, esta vez, muy incisiva para su infancia y sin importarle mi respuesta anterior-


Pienso un segnudo la respuesta, y me doy cuenta que ni a una nena de 5 años puedo dibujársela:

-Más que a cualquier cosa en este mundo, gorda... -declaró, a la misma altura que la infante, mi nudo en la garganta-



Y hubo un silencio extraño, casi adulto, seguida de una frase casi irónica en esta historia:

-Va a estar todo bien Marian, vos sos el más lindo de todos... –y me regalo eso... Antes de un abrazo y un beso sanador...-


  


Uf...





-Mariano



miércoles, 26 de enero de 2011

¿Y mis manos?

Nuestro destino nos cansa,
Nuestras almas nos pesan,
Tus labios se muerden,
Mis manos descansan...

Nuestro destino se cansa,
Nuestras muecas se alejan,
Tus almohadas preguntan,
Mis camisas se planchan...

Nuestro destino se amansa,
Nuestro juego se empaña.
Tu anonimato sigue tuerto,
Y te recuerdo, mi ceguera.

Nuestro destino se ensancha,
Nuestras lluvias se secan,
Tus escaleras se alargan,
Mis paredes desempapelan...

Nuestro destino, nos cansa.
Nuestras diferencias se gruñen,
Tus dedos... sanan.
Mis manos? descansan...

martes, 25 de enero de 2011

Silencio.-

"No vengo a decir nada,
Solo a escuchar este silencio...
No vengo a demostrar nada,
Solo a aturdir este silencio...
No vengo a llorar por nadie,
Solo, por este silencio..."

As♣

lunes, 17 de enero de 2011

La Srita. voz del aeropuerto, un día, enloqueció:

*click*

-Se anuncia la partida del vuelo 110607 con destino a un lugar lejano de este que estamos... Es nuestro deber anunciarles a los pasajeros, que están por emprender un viaje del cual las consecuencias serán pagas en un futuro no muy lejano. El haber preparado las valijas tanto con armas y con granadas, como con caricias y sueños, no es garantía de nada. Que lo que realmente abona estos pasajes es algo mucho mas grande que el mero merecimiento (valga la redundancia) y que sera necesario algo que no se encuentra en ninguna playa ni en ninguna montaña. Los problemas no se toman vacaciones y los resentimientos y dudas deben ser declarados respectivamente en el mostrador pertinente antes de abordar. Les recordamos a los pasajeros, que el vuelo decididamente va a sufrir turbulencias y hasta podríamos asegurar un aterrizaje forzoso. Pero por favor, tengan la amabilidad de despreocuparse, nadie se muere por amor... Ehm... Perdón... Quise decir que nadie ha muerto por volar en esta aerolínea... Este viaje sera hecho con la seguridad de que el pasaje de vuelta se saco en el mismo momento que el de ida... Mientras aquí estaremos cometiendo los mismos errores que usted, antes de ese pasaje abonado, cometió. Favor de arribar por la plataforma correspondiente, la que usted desee. Como siempre. Y tenga usted un buen viaje. A pesar del equipaje. - 

*click*

jueves, 13 de enero de 2011

El enigma del elefante y la estaca.

No suelo robar textos ajenos, pero cada tanto hago una excepción.
Lamentablemente desconozco el autor (escucho a quien lo sepa). 
Y apenas llegue al octavo párrafo del texto, sentí que hay alguien que debe leer el mensaje detrás de este breve cuento:


El Elefante y la Estaca
Cuando yo era chico, me encantaban los circos, y lo que más me gustaba de los circos eran los animales. También a mí como a otros, después me enteré, me llamaba la atención el elefante. 

Durante la función, la enorme bestia hacia despliegue de peso, tamaño y fuerza descomunal… pero después de su actuación y hasta un rato antes de volver al escenario, el elefante quedaba sujeto solamente por una cadena que aprisionaba una de sus patas a una pequeña estaca clavada en el suelo. 

Sin embargo, la estaca era sólo un minúsculo pedazo de madera apenas enterrado unos centímetros en la tierra. Y aunque la cadena era gruesa y poderosa me parecía obvio que este animal capaz de arrancar un árbol de cuajo con su propia fuerza, podría con facilidad, arrancar la estaca y huir. 
El misterio es evidente: ¿qué lo mantiene entonces?, ¿por qué no huye? 

Cuando tenía cinco o seis años, yo todavía confiaba en la sabiduría de los grandes. 
Pregunté entonces a algún maestro, a algún padre o a algún tío por el misterio del elefante. Alguno de ellos me explicó que el elefante no se escapaba porque estaba amaestrado. Hice entonces la pregunta obvia: si está amaestrado..., ¿por qué lo encadenan? No recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente. 

Con el tiempo me olvidé del misterio del elefante y la estaca... y sólo lo recordaba cuando me encontraba con otros que también se habían hecho la misma pregunta. Hace algunos años descubrí que por suerte para mí alguien había sido lo bastante sabio como para encontrar la respuesta: 

"El elefante del circo no escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde que era muy pequeño". Cerré los ojos y me imaginé al pequeño recién nacido sujeto a la estaca. 

Estoy seguro de que aquel momento el elefante empujó, tiró y sudó tratando de soltarse, y a pesar de todo su esfuerzo no pudo. La estaca era ciertamente muy fuerte para él. Juraría que se durmió agotado y que al día siguiente volvió a probar, y también al otro día y el que siguió. 

Hasta que un día, un terrible día para su historia, el animal aceptó su impotencia y se resignó a su destino. Este elefante enorme y poderoso no escapa porque CREE QUE NO PUEDE. El tiene registro y recuerdo de su impotencia, de aquella impotencia que se siente poco después de nacer. Y lo peor es que jamás se ha vuelto a cuestionar seriamente ese registro. Jamás, jamás... intentó poner a prueba su fuerza otra vez. 

Cada uno de nosotros somos un poco como ese elefante: vamos por el mundo atados a cientos de estacas que nos restan libertad. Vivimos creyendo que un montón de cosas "no podemos" simplemente porque alguna vez probamos y no pudimos. Grabamos en nuestro recuerdo: No puedo... y nunca podré. Crecimos portando ese mensaje que nos impusimos a nosotros mismos y nunca más lo volvimos a intentar. 

La única manera de saber, es intentar de nuevo, poniendo en el intento todo tu corazón.


lunes, 10 de enero de 2011

Refutación al exilio.

El amor y el miedo, se encontraban tomando sol al costado de una pileta. 40 grados a la sombra y frío polar en cada pensamiento:

-¿Por qué hay tanto silencio? -dijo el amor, intrigado-
-Sabes que no se... -contestó el miedo-
-Es raro, hace rato que no se escucha este silencio de tal manera
-Sí, supongo que es la época
-¿La época?
-Si... La época.
-¿Época de qué? -el amor nunca sabe nada de nada, aparentemente, o se hace muy bien el gil-
-Época de últimas oportunidades...
-Amo tu misterio, eh. -ironizó-
-Es época de últimos minutos, de exilio por culpa de las últimas fichas, de pitazos finales, de los "¡No va más!".
-Lo dije con tono sarcástico, por si no lo notaste.
-¿Desde cuándo me lo aclaras? Tarado...
-Desde que jugas con palabras complicadas. Ya nos conocemos hace rato, te estás yendo y me seguís enroscando con tus frases profundas.
-Yo te digo lo que veo -se agrandó, de golpe-
-...Pero, a ver  ¿Esta no se supone que es una etapa que ya tendría que haber sido superada...?
 -Uf... Esas valijas están hechas, pero hay cosas que nunca se cerraron: La locura no soporta las alturas, prefiere los pies en la tierra.
-Seguís haciéndote el misterioso y no te banco.
-...
-Che, antes de que te vayas... ¿Me pasas el protector solar?
Lo mira detenidamente, como quien analiza:
-Nah... Ya no lo necesitas. -dijo el miedo, sonriente, como si solo ellos entendieran el mensaje-
-...Sos terrible eh.
-...
-...supongo que te lo debo, eso también. -admitió, solemne, el amor-
-Espero sirva.
-Pregúntale a tu "Época de exilio", pancho.
-Veremos... -sonríe el miedo, nuevamente-
Él sabe que el amor se lo gano, debía partir:
-... -el amor miraba el sol, sonriente-
-Me voy loco... Creo que nos veremos en un tiempo. -dijo el miedo, mientras se calzaba la reposera al hombro, las ojotas y enfilaba hacia la puerta-
-Con todo respeto amigo, ya no lo creo. -sonrió ampliamente el amor ante su propia declaración, recalcando el "no".-
-...
-...
-Mira que en la puerta hay alguien... ¿La dejo pasar...?


martes, 4 de enero de 2011

Breve reseña sobre los sueños:

"...Uno de los descubrimientos más importantes de Freud es que las emociones enterradas en la superficie subconsciente suben a la superficie consciente durante los sueños, y que recordar fragmentos de los sueños pueden ayudar a destapar las emociones y los recuerdos enterrados. Freud mantiene que todos los sueños representan la realización de un deseo por parte del soñador, incluso los sueños tipo pesadilla. Hay sueños negativos de deseos, donde lo que aparece es el incumplimiento de un deseo. Para esto se dan varias explicaciones, entre las cuales está la satisfacción de una tendencia masoquista. No obstante sigue en pie la conclusión general de Freud: los sueños son realizaciones disfrazadas de deseos reprimidos. El sueño no es meramente actividad somática: es un acabado fenómeno psíquico de realización de deseos, y por tanto debe ser incluido en el conjunto de los actos comprensibles (no incomprensibles) de nuestra vida despierta, constituyendo el resultado de una actividad intelectual altamente complicada..."

12 deseos...

(...)
Alicia exclamó:
-¡Es imposible!-
Y Tarrant contestó:
-Es imposible solo si tu así realmente lo crees, Alicia...-
(...)


Hubo años que hice lo que voy a hacer, solo que antes era para mi intimidad, hoy tal vez será un poco mas público. Hace unos días empezó un año nuevo, empezaron 12 meses nuevos. 
12 deseos nuevos:

1. Que este año regale 2 ruedas a esta carcacha que apenas se conforma con una, en bajada.
2. Que este año la vida se encargue de demostrarme las cosas, menos crudamente.
3. Que la soledad se tome vacaciones, que a la felicidad le aumenten el sueldo y que a tu sonrisa la promuevan a este sector.
4. Que sean cada vez más las noches en que giro la cabeza a chusmear la hora y sea un número capicúa.
5. Que esa nena de metro y medio encargada de recordarme cómo pasa el tiempo, sea la encargada también de recordarme que importante es el concepto de responsabilidad. Y que ella y su sonrisa sea el símbolo de mi felicidad. Que nunca se borre.
6. Que este nuevo techo albergue las mejores anécdotas, pernocten las mejores acurrucadas y encuadre mi comodidad en torno a mi tranquilidad.
7. Que en alguno de todos estos meses, el As de trébol pueda colgar las teclas, tomarse un recreo, disfrutar del paisaje... Y como mucho, relatar anécdotas de ruta, caminos poco sinuosos y sonrisas que vuelven y se devuelven. Que he sabido amamantar las consecuencias de mi merecimiento pasado. Y hoy se que las cartas son distintas, y esta mano va a ser mejor. Me lo merezco.
8. Que la familia que me rodea este envuelta en un mar de afirmaciones, de pocas dudas, de resultados.
9. Que el traje que me viste se envuelva aún más en la fibra del que aprendí a ser durante el 2010. 
10. Que las lecciones que ostento haber aprendido durante un año complicado, sean valederas y pueda aplicarlas, para así, algún día, enseñarlas.
11. Que el alma que se fue, vuelva. Que la felicidad que vino, se quede. Que el amor que no estuvo, esté.
12. Vos. Y nada más que vos.

...A no olvidar, a perseverar. A no dejar, a no abandonar. A sonreír, a llorar. A aprender, a no sufrir...

A estar, a dar.

A estar.

...Salud.


-Mariano

(...)
Absolom preguntó: 
-¿Quién eres tú?-
Y Alicia respondío: 
-Ya no lo sé, señor, he cambiado tantas veces... Que ya no lo sé...-
(...)