"-...La batalla de egos a veces se instala tan arraigadamente que olvidas la existencia de dicha guerra, y esta se convierte en normalidad. Que algún tipo de caos sea normalidad en cualquier rutina, nunca es bueno... Créeme, nunca. Y el orgullo es el primer (pero no único) culpable... Abandonarlo no es tirotear el amor propio y ser menos... Es simple y básicamente, crecer. Y si todavía quedan restos por ahí, tranquilo... Es solo señal de que seguis siendo humano... solo no dejes que eso te gobierne... Nunca más."
Creer que soy solo lo que sus pupilas pueden llegar a leer sera su primer error. Creer que soy quien digo ser, el segundo. Y el tercero dejaré que lo descubra en soledad.
martes, 28 de septiembre de 2010
Dicho al pasar...
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