lunes, 18 de octubre de 2010

Consecuencias, de un amor solo en palabras...

El olvido duele, pero duele aun mas la amenaza de que el olvido no existe. De que es una mera ilusión que algún filosofo con problemas de alzheimer, creó.
Mi olvido, en este momento es una prisión con el candado abierto, es una jaula sin techo, es un arma cargada, son 6 balas, son 11 escalones... Es esta casa a medio terminar...

Y si no salgo de la prisión, de la jaula o de la tentación de apretar el gatillo... Ya me avisaron que puede doler aun mucho mas de lo que duele... Es preferible sufrir la soledad, pura y limpia, instalada en tu casa. Que sufrirla viéndola irse de la misma y saber perfectamente que mañana a primera hora, volverá. Sentándose enfrente mio a observarme, siempre en silencio.
Es la mas triste del barrio, tiene la llave de mi puerta de entrada y de llavero, mi corazón.

...Esta vez le pedí que cierre desde afuera.
Y amenacé sus intenciones: Si vuelve, ya no preguntare más.




-Mariano

(...suena un timbre)


No hay comentarios.:

Publicar un comentario