viernes, 16 de marzo de 2012

Apologia al chape...

...El torrente sanguíneo se apelotona en la carótida, la aorta se expande como un globo y el corazón se baila un chamame sin mucha coordinación. Las manos generalmente sostienen algo que no necesita ser sostenido, por lo general abiertas, con dedos expandidos y a veces sin saber donde refugiarlos. Los ojos cerrados (como cuando se sueña), con leves intermitencias de abre y cierra. Dependiendo de la confianza y pasion de los actores. La boca haciendo su trabajo, a base de experiencia, de química o sentimiento (las posibilidades son tantas como personas en el mundo). La nariz, como siempre, se interpone en esa necesidad de ósmosis entre los haceedores del beso, se interpone en el objetivo de ser aun mas parte del otro, porqué no. Las cabezas danzan en base a los labios, generalmente torneándose entre la derecha y la izquierda, creando un balance casi natural de demostración de afecto y cariño. La respiración es exhalada en tandas, que podríamos graficar como leves suspiros. Se han experimentado y observado casos en los que la respiración se corta por muchos y largos segundos, haciendo consciente la falta de oxigeno en ese instante inmediato y posterior a la expulsión del ya previamente mencionado suspiro. El cuerpo suele variar, en casos particulares el cuerpo pasivo busca el refugio en el cuerpo dominante, conformando un ser compuesto por dos espaldas. Aunque en opinion meramente personal, debo relatar que los mejores o el mejor, sin embargo, son aquellos que conforman dos cuerpos en donde solamente son conectados vía labios y manos. Mientras que la lengua, (personaje divertido en este acto romántico) es un capitulo aparte a la hora de graficar sus bailes y estocadas, a veces siendo total ausente solo hasta el momento de la pasión extrema. A veces siendo protagonista total o un leve actor de reparto que ingresa cada par de suspiros. Los pies balancean el peso del resto del cuerpo del izquierdo al derecho en tandas, restandole importancia a la existencia de lo que haya de la cintura hacia abajo. Al menos hasta volverse algo mas que un beso. Y si se esta sentado, hay menos por que preocuparse para todo el organismo. Las manos vuelven a ser protagonistas, suelen ser armas secundarias en esta guerra de labios. Pero no asi menos importante, dado que las manos generalmente muestran la real intención del acto, aun mas que los propios labios. Las manos pueden acatar ordenes pasionales, buscando puntos que merecen ser aprobados previamente, o básicamente buscar la caricia fortuita, el mimo simpático, el dulce punto romántico... O la nuca, la mano en la nuca, refugio de mucho mas de lo que yo podría describirle con palabras.
Finalmente el torrente sanguíneo se desapelotona de las principales vías de conexión interna, la lucha entre labios cesa, puede haber una breve y simpatica mordida, las manos sueltan y la sonrisa deviene, aun con ojos cerrados o entrecerrados, generalmente devolviéndonos a la realidad y sonrojando mejillas, todavía con las manos haciendo preguntas sobre lo sucedido. Los labios, ya separados de sus rivales, se muerden entre si buscando una segunda oportunidad, con esa sensación impotente de querer aprovechar mas de lo ya aprovechado. Y al fin las pupilas vuelven de su dilatacion. Cuanto mas sentido el beso, mas pudorosos aquellos ojos seran de conectar con los ojos rivales. Una mano buscara a la ajena. Se asimila la sensacion. Y bueno, de ahi en mas de muchas cosas mas todo dependerá...



-Maro

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